...mi precioso bebé, cada vez menos bebé muy a mi pesar ,llegó al mundo, y que rápido ha pasado el tiempo y cuantas sensaciones nuevas, algunas preciosas e inolvidables y otras veces complicadas y difíciles pero que con la sonrisa de mi bebé se han echo más llevaderas y es que esto de ser madre no es nada fácil pero a la vez es lo más bello que me ha podido pasar.
No os puedo explicar que hemos echo en su primer cumpleaños porque no lo celebramos como muchas ya sabeis por nuestra religión pero aprovecharé para explicaros como fue la maravillosa experiencia de traerlo al mundo que es una entrada que tenía pendiente y además que en el día de hoy no he podido evitar
recordar.
Miércoles doce de enero del año pasado, sobre las 7:30 de la mañana me encuentro incómoda en la cama y me despierto por una pequeña molestia en el vientre que al momento se va, intento volverme a dormir pero no puedo porque me siento extraña y además vuelve esa molestia al rato una vez más, y otra, y otra, vaya cada diez minutos porque ya me he percatado de que eso deben ser contracciones y las he estado cronometrando. Así va pasando la mañana pero yo actúo con normalidad, empiezo a limpiar la casa y llamo a mi hermana para que se venga ya que ella quería acompañarme en este día tan especial y es que yo sentía que de ese diá ya no pasaba. La maleta para el hospital ya hacía una semana que la tenía echa, pero añadí las cosas de última hora que me quedaban. Me doy una ducha, como bien, que ya sabía que en hospital no podría y en la tarde sobre las siete, las contracciones ya eran cada 5 minutos y algo más intensas. No sabía que hacer y llamé al hospital para preguntar, me dijeron que hasta que las contracciones no fueran cada dos o tres minutos y fuertes que no acudiera al hospital, que me diera una ducha o me acostara de lado que así a veces cesaban. No me duché porque yo soy muy friolera y no me apetecía en ese momento y acostarme tampoco así que me quedé en el sofá viendo la tele con mi hermana y controlando las contracciones que ya empezan a doler un poquito o eso pensaba yo en ese momento no sabía lo que me esperaba jeje. Cenamos y sobre las doce de la noche ya estaba cansadita y como aún no eran cada tres minutos decidí irme a dormir.
Fue meterme en la cama y sentí como si un globo dentro de mi barriga se pinchara y sentí como si me hiciera pis, había roto aguas, me puse muy nerviosa, temblando y con lágrimas en los ojos no se si de miedo, emóción o ambas cosas a la vez. Decidimos que ya era hora de ir al hospital, con mi marido todo nervioso y mi hermana tranquilizándome y dándome ánimos y yo diciendo a mi marido en el coche que no corriera que aún quedaba para ponerme a empujar jajaja. Llegamos al hospital, y yo estaba super contenta pensando que ya estaría almenos dilatada lo suficiente para ponerme la epidural si dolía más y apenas tenía miedo con lo que me habiá aterrorizado pensando en ese momento, pensaba que ya sería pan comido...que ilusa, si cuando me examinaron aún estaba borrando el cuello del útero, vaya que ni siquiera habia comenzado a dilatar, así que me dejaron un rato monotorizada para controlar las contracciones en la sala de dilatación. Cuando pasó un largo rato, ya no recuerdo cuanto pero yo diría que horas y lo que si recuerdo es que ya empezaba a doler bastante me examinaron de nuevo me dijeron que solo estaba de un cm dilatada y que iba para largo que me relajara para poder controlar el dolor que me levantara y andara pero es que de pie me dolía aún más y me ofrecieron de todo que si la pelota, que si una ducha pero yo solo quería algo que me quitara el dolor de las contracciones que ya me costaba soportar y como la epidural no me la podían poner hasta que estuviera de 3 cm y ya me veían muy nerviosa y es que me dolía muchísimo me ofrecieron el óxido nitroso que es un análgesico que se administra a través de inhalación, cuando comienza una contracción pues aspiraba el óxido y bueno cogía cada mareo y me quedaba medio piripi jajaja pero la verdad que me ayudó bastante dentro de lo que cabe hasta que por fin cuando estaba de dos cm y medio, ya me pasarón a la sala de partos, en una cama y mucho más cómoda que en la otra sala y me pusieron la ansiada epidural. Y que alivio, pude relajarme y saber la hora que era jeje ya eran las 6 de la mañana y a partir de ahí ya empecé a dilatar algo más rápido y cuando estaba ya casi de 10 cm dilatada me empezaron a entrar muchas ganas de empujar y la comadrona que me atendió que por cierto se portó genial y me ayudó mucho dándome mucho apoyo y animos junto a mi marido que no se separó de mi ni un momento empezaron los pujos, pero aún tardé una hora y pico en ver por fin a mi bebé.
Así que mi precioso hijito me lo pusieron encima de mi pecho un jueves 13 de enero de hace un año sobre las 2 del mediodía, un parto de 14 horas, sin comer, beber ni dormir pero que al ver a mi bebé se me olvidó al instante todo lo sufrido y de echo a pesar del agotamiento no pude pegar ojo en toda la tarde mirándolo, es que no lo podía creer...yo mamá, mi sueño por fin cumplido. La estancia en esos 2 días y medio en el hospital fueron buenos, estuve muy bien atendida y el hospital que elegí es un hospital amigo de los niños, así que respetaron al máximo mi plan de parto y pude dar el pecho a mi niño en la misma sala de partos lo que facilitó que se me agarrara al pecho y no me separaron de mi bebé más que dos minutos para hacerle el reconocimiento y fue delante mía. Eso es de agradecer la verdad y el domingo ya me pude ir para casa con mi retoño.
Algunas anécdotas:
-Mientras estaba en la sala de dilatación escuchaba a la mujer que estaba dando a luz en la sala de partos gritar a horrores, no llevaba la epidural osea parto natural, y yo cagada claro pensando si estoy de un cm apenas y mira como me duele no quiero pensar como será luego jiji.
-El calor que me dió con los dolores y mira que en la lista que me dieron en el hospital ponía que llevara un abanico y yo pensé bua eso debe ser para el verano para que necesito uno en pleno enero, vaya que si lo necesitaba mi marido el pobre me tenía que abanicar con cualquier cosa que pillara como las compresas esas enormes jiji.
-El hambre con el que nació mi niño, al salir para trasladarme a la habitación de planta , en el pasillo rodeada de mis familiares solo se escuchaba al chiquitín chupandose los puñitos con un ansia el pobre jeje.
- El dolor de las contracciones; a mi lo que más me dolía era el trasero jiji y eso no me lo explicaron en ninguna clase preparto.
Y esta fue mi experiencia de parto, la más bonita de mi vida e irrepetible, me conformo con que mi siguiente parto sea la mitad de bueno que este si Dios quiere.